Te cuento sobre lo que veo, lo que leo, lo que escucho, lo que recomiendo, lo que me gusta, lo que no me gusta, lo que venga, lo que pinte, LO QUE VA.

20 de diciembre de 2010

You will meet a tall dark stranger (Woody Allen, 2010)


¿Otra vez sopa, Woody?

Pareciera ser que sobre el ocaso de su carrera el genial Woody Allen se ha conformado con su estilo y su público. Nada nuevo encontramos en la nada nueva You will meet a tall dark stranger (“Conocerás al hombre de tus sueños”, 2010). El neoyorquino entrega una más de sus comedias sin carcajadas cuyo ingrediente humorístico principal es el drama.

Como nos tiene acostumbrados Allen, el film se sustenta en sus personajes que siempre parecen llevar una existencia en pugna con sus deseos y que a menudo en esa búsqueda hedonista se entrecruzan y redefinen. Como también es usual en su filmografía no debería sorprendernos que algunas historias queden sin resolver, puesto que el encanto de las películas de Woody Allen reside en el drama individual de cada personaje.

El eje del relato es Helena (Gemma Jones), una anciana que vuelca la desesperación que le produce su divorcio en una clarividente (Pauline Collins) que oficia de sostén psicológico ante la crisis al tiempo que no deja de augurarle un futuro brillante. Allen no había abordado hasta ahora esta clase de espiritualismo berreta, sin embargo decir que esto constituye una novedad sería exagerar. El tratamiento que le da no es en nada diferente al que ya ha dedicado a otros salvavidas de la vida moderna a lo largo de su filmografía. 

El resto del abanico de personajes lo compone un escritor que no logra trascender (Josh Brolin), su mujer (Naomi Watts) cansada de esperar un hijo que se enamora de su inalcanzable jefe (Antonio Banderas), un anciano que quiere huir de la muerte (Anthony Hopkings) casándose con una mujer mucho más joven y luego se arrepiente, una prostituta (Lucy Punch) devenida en esposa trofeo… Es decir Woody Allen básico.

Lo más saludable de You will meet a tall dark stranger es la naturalidad con que todo ocurre al revés de como debería. Lo mismo suele suceder en la vida misma. El film divierte pero esperamos y exigimos más de los grandes realizadores como Woody Allen. En ésta última entrega se nota la falta de osadía y esfuerzo.

19 de julio de 2010

Akhenatón

Akhenatón
de Naguib Mahfuz

La obra hoy arribada quizá valga más como pieza histórica que literaria. Esto no es decir poco, teniendo en cuenta que quien la escribió es el egipcio Naguib Mahfuz, quien diera demostradas pruebas de su valía como escritor, convirtiéndose en premio nobel de literatura en 1988 por El Callejón de los Milagros. 

Akhenatón fue un faraón egipcio cuyo reinado tuvo lugar alrededor del 1353 al 1336 a.C. Se trata de un personaje muy partícular que llevó adelante la primer reforma religiosa de la que se tiene registro histórico, pretendiendo instaurar un culto monoteísta. 

 En Egipto existían muchos dioses bajo la tutela del principal, Amón, que era celebrado en los santuarios y protegido por sus sacerdotes, dueños de un poder político capaz de influenciar a los faraones. Apenas llegado al trono, Akhenatón renegó de Amón por ser "el dios de los sacerdotes" e instauró como obligatorio el culto a Atón, "dios del Cielo y la Tierra, que sale para todos los hombres", desatando una lucha sin cuartel entre el poder político y el religioso.

A Akhenatón se le revela un dios que le permite "conocer el origen de todo y vencer la muerte" y le advertirá que es el único dios, que solo deben adorarlo a él. Son exactamente los mismos conceptos que sostendrán Jesús y Mahoma para el establecimiento de las dos religiones monoteístas más grandes del mundo.
Nagui Mahfuz utiliza al jóven Miri-Mon para viajar por Egipto y entrevistar a los personajes principales de la vida de Akhenatón de una forma tal que parece encarar dicha empresa desde la ignorancia y objetividad misma del personaje. A través de esta fórmula irán desfilando disertantes a favor y en contra de quien luego resultaría considerado como el Rey Hereje, lo cual de por sí explica el resultado de dicha contienda ideológica y política.

A través de los relatos podremos reconstruír la figura de Akhenatón. Débil, feo, afeminado, estéril, incestuoso y loco para sus detractores; lleno de amor y fe, inteligente y de madurez precoz para sus seguidores. Veremos muchos de estos conceptos repetidos en las entrevistas a unos y otros. Luego el autor ofrece algunas versiones sobre lo que pudo haber pasado con Akhenatón en sus últimos días, encerrado en Akhetatón, la ciudad que hizo construír para Atón, abandonado por su esposa Nefertiti.

Akhenatón, el Rey Hereje quizá no sea una lectura de placer pero si resultará como punto de partida para interesarse por una figura histórica muy interesante.

18 de julio de 2010

The Gun Seller - Hugh Laurie

The Gun Seller
de Hugh Laurie
"Una Noche de Perros", en España.
"El Vendedor de Armas" en Argentina. Editorial Planeta (2010).


Mentiría si no admitiera que compré The Gun Seller esperando encontrar al Dr. Gregory House en formato literario. Por supuesto que también es así como está promocionado, como "El primer libro de Hugh Laurie, astro de la serie House". Ulteriormente me enteré que la novela es en realidad 8 años anterior a la serie que apareció en 2004. Yo creía haber encontrado una continuación de Greg House en Thomas Lang, el personaje principal de El Vendedor de Armas, pero caí en la cuenta de que Lang es el germen del doctor más extravagante y cínico del mundo.

Ultima comparación: tanto Laurie, Lang y House tienen una pasión por las motos de gran cilindrada. Ahora sí, dejando de lado las odiosas comparaciónes, hay que decir que Hugh Laurie compone la clásica trama de policial negro: un mundo en donde el pez más grande se come al más chico, donde los personajes no se definen por malos o buenos sino por los intereses que los motivan, con traiciones y redenciones... Está claro desde el primer capítulo que Thomas Lang no es un paladín de la justicia, ningún santo, algo ha hecho para verse involucrado en los hechos, por más que la acción que desencadena todo el relato sea desinteresada.

Hasta aquí lo que hemos leído no es nada nuevo, ni siquiera que el autor interpele directamente al lector. Lo que hace especial a El Vendedor de Armas es el humor con inteligencia inglesa y picardía norteamericana que Laurie pone en boca de Thomas Lang. De hecho, la narración es en primera persona y el relato está dividido en dos partes; en una el personaje es británico, en la segunda, yankee. Y como todo policial negro que se precie, el elemento alterador de la normalidad, el desconcierto, estará a cargo de los personajes femeninos, sobre todo de Sarah Woolf.

Hugh Laurie fue comediante, músico y best seller en el Reino Unido con The Gun Seller antes de ser Dr. House. Quizá este, su último trabajo, haya acaparado su carrera como artista, pero la novela consiste en una saludable tentativa literaria, revelando a un autor que no carece de imaginación y ciertamente se hace disfrutar mucho en la agudeza de sus comentarios. Ahora espero con ansias la llegada de Paper Soldier (Soldado de Papel), la secuela.

13 de mayo de 2010

Gomorra (2006)


Gomorra (2006)
Crítica de "Gomorra, un viaje al imperio económico y al sueño de poder de la mafia napolitana" (2006), del periodista y novelista Roberto Saviano. Y "Gomorra" (2008), la película del director italiano Matteo Garrone.
La primera vez que vi Gomorra no me gustó. Había leído solo la sinopsis y pensé que se trataba de una película de mafiosos. Año y medio después, compré la novela y volví a ver la película. La novela me encantó. La película también, pero no tanto… Es decir, me gustó pero solo gracias a que en mi cabeza el texto que había leído me permitió contextualizar lo que estaba viendo en la pantalla. Eso no es un mero detalle; significa que la palabra está superando a la imagen y el sonido al momento de narrar ese turbio mundo.
Se trata, que yo recuerde, de una de las películas que más necesite la lectura previa de su obra originaria. Y esto es así por la laberíntica complejidad de ese inframundo que es la Camorra, la organización criminal-empresarial más grande del mundo que lleva adelante su reinado del mercado ilegal desde Nápoles, para todo el mundo y desde años inmemorables. En la odisea de adentrarse en la jungla de negociados entrelazados hasta la impenetrabilidad, la palabra sale airosa. La literatura, a bordo de la Vespa de un muchacho napolitano (el autor), recorre los distintos barrios de Nápoles describiendo y cuantificando no solo cuanto ve, sino también cuanto escucha, cuanto investiga. 

Roberto Saviano toma las herramientas del periodismo de investigación y presenta una obra en forma de reportaje periodístico pero con dimensiones de novela; dimensiones no solo en cantidad de páginas sino también en calidad literaria. Cuando de una realidad tan compleja se logra, mediante una obra, reconstruir tanto macro como micro estructura, estamos evidentemente ante el trabajo apasionado de toda una vida. Porque lo que Roberto Saviano cuenta en Gomorra no son solo algunas historias autobiográficas: cuenta, de la forma más fehaciente posible, qué significa vivir cercado, asfixiado, por la omnipresencia de la Camorra. 

El secreto de Saviano es dividir la esfera de criminalidad de cada familia que se propone describir en dos: el ala militar y el ala empresarial. A medida que avancemos en la lectura nos daremos cuenta de que es imposible decidir cual comportamiento de dichas esferas es más impactante. Quedaremos tapados bajo una avalancha de cifras, enredados en la descripción de la estructura de poder y conmovidos hasta el asco y el dolor por las historias de la gente.
En el film cobran vida la marginalidad y la violencia. La traslación de la novela al lenguaje cinematográfico se produce principalmente en la adaptación del guión, haciendo vivir a un mismo personaje de la película varias de las historias que en la novela encarnan personajes diversos. También los lugares geográficos pierden sus nombres y se vuelven indistintos, fundidos todos en las mismas imágenes. El gran punto a favor del director, además de ofrecer algunos símbolos que homenajean la novela, es que supo recrear ese tono de cruz en las espaldas que, por buenos o malos, atraviesa a todos los personajes. Pero, he aquí el problema: si bien retrata una vida descolorida y lenta, como obra no tiene porqué ser descolorida y lenta. La novela no lo es.

28 de abril de 2010

Las Partículas Elementales - Michel Houellebecq

Las Partículas Elementales, de Michel Houellebecq.
Realizar una crítica a una obra de Michel Houellebecq sin antes explicar quién es Michel Houellebecq sería desperdiciar la oportunidad de hablar de una de las personalidades más controvertidas de la literatura contemporánea mundial. Este poeta, novelista y ensayista francés, nacido en 1958, sacudió al mundo literario con su narrativa crítica, provocativa y ácida. Desde varios sectores conservadores –y no tanto- se lo ha acusado de misógino, reaccionario y hasta le han realizado un juicio por injuria racial e incitación al odio religioso por considerar al Islam como “la religión más idiota del mundo”; de más está decir que fue absuelto de todos los cargos. Estamos entonces ante un provocador.
Si me detengo sobre la personalidad del autor no es para contraponerlo a su obra, sino todo lo contrario: para justificarla. ¿Qué es lo que molesta tanto de Houellebecq? La verdad, a veces, duele. Y Houellebecq no solo dice verdades que incomodan a muchos, sino que también lo dice de la forma más políticamente incorrecta posible. ¿Cuál es el resultado de todo esto? Un escritor que, con olfato sociológico, ha sabido interpretar mejor que nadie los sinsabores de la modernidad para canalizarlos a través de una crítica desalmada; un gancho al mentón de una literatura occidental somnolienta.
En este sentido, en Las Partículas Elementales (1998) Houellebecq dirige su mirada hacia los hijos bastardos de la generación francesa, y occidental en general, del ’68; la generación del llamado Mayo Francés. A través de la historia de dos hermanastros, hijos de dicha generación, el autor, ayudado por el implacable peso de la realidad, se dedica a demoler y desmentir todos aquellos valores nacidos en los sesenta y que con la consolidación ideológica del capitalismo fueron pervirtiéndose hasta terminar siendo caricaturas de sí misma.
Es preciso aclarar el lugar de privilegio que en las obras de Houellebecq tiene la sexualidad. Y cuando decimos esto queremos significar sexualidad en el sentido más humano y sincero posible, rozando lo pornográfico. En Las Partículas Elementales, por ejemplo, los personajes son dos hermanastros. Uno de ellos es un científico con un comportamiento prácticamente asexual. El otro, profesor de literatura, está obsesionado por el sexo. Ambos pueden representar fragmentos de la personalidad de Houellebecq, que por otra parte también fue, como los personajes, abandonado por una madre hippie que se fue a vivir la revolución sexual en experiencias comunales. Sobre estos desangelados pondrá su ojo crítico el gran Houellebecq, además de cuestionarse sobre la juventud, el envejecimiento y la dificultad de lograr una relación significativa en una sociedad rodeada de valores culturales que nos llevan precisamente hacia otro lado, los touch and go y los fuck buddies.
En conclusión: si no leíste nunca a Houellebecq te estás perdiendo de uno de los mejores escritores contemporáneos, y Las Partículas Elementales (su segunda novela) es un buen lugar para empezar. Sin embargo, su última novela La Posibilidad de una Isla (2005) está a años luz. Pero eso será material para otra crítica…
En los comentarios voy a dejar fragmentos, para ejemplificar algunas cosas que digo en esta reseña y para que conozcan mejor la narrativa del autor.